Agua de Annique es la banda de Anneke Van Giersbergen, la ex vocalista de The Gathering, agrupación holandesa que tanta gente ha cautivado desde sus inicios en 1989 y que logra, después de la edición de ‘Home’, su DVD doble y poderosas presentaciones en vivo (3 en Chile), cruzar la barrera del metal underground para establecer una base de fans dentro de lo que se conoce como mainstream.
‘Air’, nombre de la placa debut que nos convoca, marca el comienzo de una carrera enfocada en la belleza de las letras y de una música más íntima. Pero a no confundir algunos términos. Vamos por parte. Ante la gran expectativa de la salida al mercado de este material muchos estuvimos viviendo un proceso de cuestionamiento y de especulación con respecto a los motivos del quiebre musical de Anneke y sus compañeros de casi una vida. ¿Necesitaba el mundo privarse de la fusión de talentos de la diva y los cerebros Rutten y Boeijen?, ¿es realmente ‘Air’ un disco que demuestra a cabalidad una necesidad de abordar la música desde otra perspectiva?.
Muchos adhieren a los caminos elegidos por la artista sin reparo y con ciega adulación, otros más reticentes, con recelo y un poco de despecho, critican el hecho de saltar a la palestra de la mano de un registro muy plano y una imagen con más kilos de maquillaje que de música. Y es que realmente es imposible hacer una reseña en la imparcialidad del material.
Cualquiera que diga que este disco es plano no tiene idea de lo que es grabar un disco. Toda la grabación y proceso para llegar a ella no pueden resumirse en una palabra tan mezquina y atar a una definición que no haría justicia según lo que puedo escuchar en los once cortes que dan forma a este compacto sincero y emotivo. El disco es de una tendencia pop, trendy a la médula, minimalista, sin tapujos ni gran pretensión. Anneke apela a desenfundar las emociones sencillas, vivencias que se internan en el alma y desde ese escenario se atesoran para siempre. Ella enfoca su voz, a ratos de tono infantil (‘My Girl’), en busca de respuestas (‘Ice Water’) y en otros irresistiblemente emotiva (‘Sunkien Soldiers Ball’, con una intro sorprendentemente parecida a ‘Red is a Slow Colour’ y cantando como si estuviera suplicando en tu oído), como instrumento de paz y de complicidad. Bajo esta perspectiva, el análisis de ‘Air’ se lleva todos los premios.
Anneke ha grabado un disco tremendo, en todos los aspectos, emotivo y con composiciones frescas, sin una producción sofisticada. Yo pondría a ‘Air’ entre el carisma de ‘Nighttime Birds’ y por ciertos pasajes lo acercaría a ‘How to Measure a Planet?’, sobre todo por temas como ‘Travel’ y ‘Red is a Slow Color’ con los que nos estremecimos a fines de los noventas. ‘Beautiful One’ abre una sesión en la que la tónica es marcar el acento en la gran capacidad vocal de la residente en Nijmegen. ‘Witnesses’ está distinada a convertirse en un clásico con un ritmo muy frenético: esto es de plano escuchar a The Gathering!.
La belleza que conmueve de ‘Sunkien Soldiers Ball’ seguida de ‘Lost and Found’ (la colaboración de Kristin Fjellseth es sencillamente impactante, también la arremetida de los riffs de guitarra marcando el final), contrasta con la apacible ‘Yalin’ (con un pre coro hermoso) y el disco nos lleva de un estado a otro, buen ejercicio para reflexionar acerca de las conductas humanas y también amolda los oídos (muchas veces limitados) de los nuevos fans de la hermosa cantante con una sección de cuerdas y sonidos acústicos, trompetas y piano. ‘Come Wander With Me’ es una canción, quizás, demasiado triste. El mismo sabor de boca me deja ‘Take Care of Me’ y la conocida ‘Day After Yesterday’ con la que nos acercamos con anticipación al sonido de Agua de Annique. Todo se contrapone con la alegría de los primeros acordes de ‘My Girl’ y la fuerza de ‘You are Nice!’.
El concepto (¿gráfico?) del disco se basa en la visión y pensamientos de Anneke con respecto a las azafatas de los aviones, su riguroso maquillaje y cordialidad siempre a toda prueba. Cuando observé el dossier explicativo me pareció una estupidez. Quizás el estigma de ser la cantante de una gran banda en todos los sentidos debe sacarse con algún acento marcado en cierta conducta o rasgo humano común. La insoportable levedad del ser dirán algunos… Se agradece que sólo sea la cubierta de esta hermosa placa (Anneke aparece ‘disfrazada’ de azafata en el cover) y su contenido diste de ser un producto etiquetado y arreglado, códigos usados por muchas agrupaciones de soft pop con fines de lucro. Me carga la palabra ‘lucro’ pero me entrega el puente para pasar a mi siguiente párrafo.
No puedo dejar de pensar en la cantidad de verdes que se perciben y percibieron como The Gathering y en como eso repercutió, quizás, en formar una banda independiente. Pero vamos, nadie puede acusar de vendidos a personas que logran subsistir con las ventas y el arte de hacer su música. Si el plan es mantener una casa y familia a través de eso: me vendo sin pensarlo. Si, por el contrario, el asunto es lograr la anhelada rockstar crap lifestyle, creo, las cosas cambian aun con una placa que nos haga llorar de emoción. Dejaré que ustedes decidan si se cuestionan asuntos internos y/o aun lloran la pérdida de la voz emblemática de los gestores de Mandylion.
‘Air’ se encumbra como uno de los grandes discos del año que finaliza por la experiencia acumulada en la carrera junto a su anterior banda.
Bueno y lo ultimo que podría decir que ahora el 12 de marzo viene a chile y se presentara en el teatro Caupolicán, pareciera que le gustara mucho nuestro país y eso me gusta sabe que tiene muchos seguidores y me incluyo,
Articulo realizado por
ANDRIUDARK
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